-- Alcala de Henares: Historia de Álcala de Henares

El Tiempo en Alcalá de Henares

Historia de Álcala de Henares




ANA ARENAL

Pocas ciudades pueden presumir de acumular a lo largo de sus más de 2000 años de historia un patrimonio cultural y artístico tan ricoy diverso como el que atesora la villa que vio nacer a Miguel nde Cervantes. Ubicada a la orilla del Henares, al oeste de la Comunidad de Madrid, Alcalá presume de ser una ciudad eminentemente universitaria y de atraer cada año a cientos de miles de turistas. El titánico esfuerzo que Alcalá ha realizado a lo largo de su historia para conservar e incrementar su legado se vio recompensado en el 2005 con la presencia de casi dos millones de visitantes que quisieron ser testigos de los actos conmemorativos del cuarto centenario de la publicación de El Quijote.

La historia de Alcalá de Henares comienza en la mítica Iplacea descrita por la leyenda, que, según algunos libros, daba nombre al asentamiento que poblaba la actual ciudad desde el neolítico. La ambiciosa colonización romana fundó Complutum, a escasos dos kilómetros del centro de lo que hoy es Alcalá. Bajo la influencia visigoda, la villa fue sede episcopal antes de convertirse en parte del emirato de Córdoba ncuando los musulmanes conquistaron la mayor parte de la Península Ibérica, en el siglo VIII. Cuatro siglos más tarde se erigió una fortaleza, conocida con el nombre de Al-Qal’at (el castillo), origen del nombre actual de la ciudad.

Tras la reconquista de este territorio en 1118, Alcalá pasó a formar parte del Arzobispado de Toledo construyéndose una villa medieval fortificada, crisol de todas las culturas heredadas de las distintas ‘invasiones’. El centro era el barrio episcopal, con el palacio del arzobispo en el centro. Al sur se situaba el barrio cristiano, mientras que el barrio judío se extendía hacia el este y el barrio árabe hacia el norte.

El periodo de esplendor de Alcalá comienza a finales del siglo XV, cuando el Cardenal Cisneros fundó la Universidad en 1499. La institución conformó desde este momento el verdadero espíritu de la villa y a su alrededor se produjo una renovación urbanística que dio lugar a una ciudad universitaria.

El germen de todo el proyecto fue el Colegio Mayor de San Ildefonso y anexos a él comenzaron a levantarse hasta 18 colegios menores, un hospital universitario y numerosas viviendas. A lo largo de los siglos XVI y XVII, la institución vivió un periodo de expansión y recibió en sus aulas a destacadas figuras de la cultura y algunos de los más famosos escritores del Siglo de Oro español como Antonio de Nebrija, Ignacio de Loyola, Domingo de Soto, Arias Montano, Juan de la Cruz, Lope de Vega o Quevedo.

La desamortización de Mendizabal, iniciada en el siglo XVIII y vigente hasta ya entrado el XX, supuso la expropiación de los bienes considerados improductivos. La venta al mejor postor de iglesias y conventos empobrecieron el patrimonio artístico y cultural de Alcalá y marcaron el inicio de una larga etapa de declive. El golpe decisivo se produjo en 1836 con el traslado de la Universidad a Madrid, bajo el pretexto de su escasez de alumnos. A la marcha de la emblemática institución se sumó una crisis demográfica que en poco tiempo redujo a la mitad la población de una localidad que siempre se había caracterizado por su ebullición.

La recuperación no hubiera sido posible sin la denominada «Sociedad de Condueños de los Edificios que fueron Universidad». Fundada en 1850, esta pionera iniciativa fue producto de la preocupación de los ciudadanos alcalaínos que viendo como los edificios principales de la ciudad iban a ser subastados, decidieron salvar el patrimonio de la ciudad aportando su dinero y creando en una entidad con el único objetivo de comprar los edificios emblemáticos de la Universidad para evitar su expolio y, en un futuro, lograr su vuelta a la ciudad complutense. El papel de la Sociedad de Condueños fue decisivo y contribuyó a la recuperación de una ciudad que un siglo después tendría que volver a enfrentarse con la destrucción sembrada por la Guerra Civil.

La llegada de la democracia trajo grandes beneficios para la ciudad que culminaron en 1977 con el retorno de la institución que siempre fue su espíritu, la Universidad. Con este acontecimiento comenzaba a consolidarse una etapa de prosperidad y recuperación iniciada apenas unos años antes.


En las últimas tres décadas, la ciudad ha vivido un importante desarrollo económico ligado en un primer momento a la industria y hoy fundamentalmente al sector servicios debido a su carácter universitario y turístico. También ha experimentado un crecimiento demográfico considerable, pasando de algo más de 163.000 habitantes en 1996 a los más de 203.000 actuales, que convierten a Alcalá en el tercer municipio madrileño más poblado después de Madrid y Móstoles, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

El crecimiento de la ciudad va acompañado del mantenimiento y enriquecimiento del vasto legado cultural acumulado a lo largo de siglos de historia. Tras los actos de celebración, en el 2005, del IV Centenario de la publicación de El Quijote, algunos de los objetivos inmediatos del Ayuntamiento de Alcalá son las intervenciones arqueológicas y la creación del Centro de Interpretación de la Ciudad Romana de Complutum, la rehabilitación del Conjunto Amurallado y el desarrollo del Centro de Interpretación de la Ciudad Medieval, la recuperación del antiguo Hospital medieval de Santa María la Rica y su próxima apertura como Museo José Caballero, así como la restauración de edificios históricos como la antigua Casa de los Lizana o el Convento de San Juan de la Penitencia.

Una de las grandes apuestas de futuro de la ciudad está vinculada a la Universidad. El pasado 21 de febrero la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el presidente del Consorcio de La Garena y consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Mariano Zabia, el alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González, y el rector de la Universidad alcalaína, Virgilio suscribieron el convenio de colaboración entre los consorcios “Alcalá de Henares Patrimonio de la Humanidad”, “Urbanístico La Garena” y la Universidad de Alcalá que posibilitará la transformación de los antiguos cuarteles militares de El Príncipe y Lepanto en un ambicioso complejo educativo y cultural para el que se prevé una inversión inicial de doce millones de euros.

El antiguo recinto militar cedido por el ministerio de Defensa a la Universidad de Alcalá cuenta con una superficie de casi 45.000 metros cuadrados ubicados en el casco histórico de la ciudad que albergará una gran Biblioteca Central y una zona de museos al más puro estilo de los célebres campus universitarios británicos de Oxford y Cambridge y contribuirá a dar un nuevo impulso cultural a la antigua villa complutense, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998
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